El Tejar

Chimaltenango

Hace treinta años, El Tejar tenía un promedio de 5,000 habitantes.

 

En este tiempo El Tejar contaba con servicios básicos: agua entubada, electricidad, telefonía fija, un puesto de salud, una escuela primaria con jornada matutina y vespertina, una escuela de preprimaria que atendía a niños de 5 y 6 años, dos colegios, un Instituto Nacional de Educación Básica, un Instituto de Educación Básica por Cooperativa. En San Miguel y Santo Domingo habían: una escuela de nivel primario, en cada comunidad y recién iniciaba el funcionamiento del Programa de Atención Integral del Niño.

 

En esa época sus habitantes eran en su mayoría nativos de El Tejar.

 

Las personas muy mayores, tenían un bajo nivel de escolaridad, pero las personas más jóvenes ya tenían la oportunidad de estudiar, de acceder a la Universidad, de trabajar fuera de El Tejar. La mujer ya era porte fundamental del desarrollo, crecimiento social y económico de El Tejar, porque tuvo la necesidad de incorporarse a la vida laboral fuera de casa, para poder contribuir en el sostén de la familia.

 

El municipio era famoso por la producción de tejas. Por la ubicación en la ruta que cruza el país hasta el Lago Atitlán, Quetzaltenango y llega hasta México. En El Tejar se ubicaron varias fábricas, que causó gran inmigración interna. Muchas familias llegaron en los últimos 20 años buscando oportunidades de trabajo para mejorar su vida.

 

Se estima que la población del municipio de El Tejar puede llegar ahora hasta 30 000 habitantes.

 

El Tejar, por su ubicación estratégica a 48 km de la capital y a 5 de la cabecera departamental de Chimaltenango, es una ciudad que se ubica en el curso de polos atractivos para la búsqueda de empleos, cada uno en su extremo y de los cuales se beneficia, creando también una apreciable oferta de empleos urbanos en le industria y los servicios. De manera que se puede constatar un proceso de inmigración atraído por la oferta de empleos que estimula el desarrollo urbano. Además se constata un proceso de emigración de carácter estacional, principalmente hacia la capital del país y al departamento de Escuintla, de mano de obra no calificada, de carácter pendular. Pero el proceso emigratorio más significativo se produce hacia los Estados Unidos, obviamente con mayores consecuencias sociales y en la estructura familiar por ausencia de uno de los padres por largos períodos. Sin embargo, se constata un impacto positivo en la economía y el consumo local a través de las remesas, que generan una demanda de bienes de consumo directo.

 

La inmigración interna provocó crecimiento de cantidad de viviendas tanto como número de personas en los hogares. Una gran parte de los habitantes vive actualmente en las aldeas, algunas muy retiradas del centro, con acceso limitado a servicios básicos: agua, luz, escuelas, centro de salud.

 

La proximidad de Chimaltenango provoca presencia de grupos de violencia, extorsiones, robos e inseguridad de los habitantes. Por lo mismo las personas que viven lejos del centro necesitan usar transporte para escuelas, trabajo o compras lo que limita su accesibilidad a estos servicios y sube su costo.

 

En El Tejar existe una importante industria artesanal, ligada a mercados locales pero la de mayor relevancia y que caracteriza el lugar, es la fabricación de tejas y otros materiales de barro. A la fecha se registran unas ochenta ladrilleras y aportan un gran impacto en la economía local, ya que se trata de unidades emprendedoras de estructura familiar con algún efecto en el empleo informal. Presencia de servicios relacionados con transporte y grandes empresas como Bimbo, PEPSI, Sarita, MASECA, dan oportunidad de empleo a las personas que vienen de otras partes de Guatemala.